Ese día Presentaba Chago Melián su espectáculo "Al emigrante".............y me lo pensé. Decidí que tal evento merecía la pena sufrir algo y acudí.
Los accesos externos a los diferentes niveles de la sala, inclinadísinas e interminables escaleras,
(no pongan en las entradas FILA tal......pongan PISO tal) y la superestrechez de los pasillos entre butacas (con las rodillas tocas el respaldo de la anterior, en que las personas sentadas tienen que levantarse una y otra y otra vez para dejar paso a los que entran posteriormente (personas muy mayores, con los tornillos menisculares oxidados, etc, etc, etc) me hacen decir: DEBO PROMETER Y PROMETO
no asistir jamás a evento alguno que se celebre en este Auditorio.
(no pongan en las entradas FILA tal......pongan PISO tal) y la superestrechez de los pasillos entre butacas (con las rodillas tocas el respaldo de la anterior, en que las personas sentadas tienen que levantarse una y otra y otra vez para dejar paso a los que entran posteriormente (personas muy mayores, con los tornillos menisculares oxidados, etc, etc, etc) me hacen decir: DEBO PROMETER Y PROMETO
Si, amigo Ángel, todo eso que cuentas y más, es cierto que ocurre en nuestra magna obra arquitectónica, que desde fuera se le ve un aspecto soberbio e impresionante, pero luego dentro, en esos aspectos que comentas....una verdadera lástima. Pero de todas formas, a pesar de la incomodidad, a mi sí que me vale la pena asisitir a los actos que realmente me atraen y paso de preocuparme por las incomodidades. Ya ves.... lo que para unos es hiel...para otros es miel.
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